Según algunos galenos señalan, el 80% de los niños entre 2 y 10 años de edad en algún momento contraen oxiuros. Los síntomas comunes incluyen irritabilidad, interrupción del sueño, rechinar los dientes, prurito en el área anal y dolor de estómago. Es importante decir que los niños cuando tocan los huevecillos lo transmiten a todo lo que tocan, incluyendo la boca, después los huevecillos son encubados en el Colom inferior, que es donde se aparean los gusanos, la hembra sale arrastrándose durante la noche y pone miles de huevecillos alrededor del ano y el ciclo se repite, los parásitos se trasmiten de un niño a otro en ambiente social.
Algunos galenos recomiendan que el padre examine el área rectal del niño durante la noche para buscar la evidencia del parásito y señalan que una manera de diagnosticar el problema es hacer la prueba de la cinta adhesiva en el orificio anal del niño al despertarse en la mañana y se lleva al médico para que la examine.
Otra variante es colocar dos dientes de ajo en un litro de agua, se deja hervir durante unos minutos, se enfría y se coloca en una bolsa para un enema, se pone una silla y se pide al niño que se acueste boca abajo en la silla con las piernas colgadas, se lubrica el orificio anal y se desliza el tubo del enema hacia adentro unos 2 cm, eso contribuye a eliminar los oxiuros. Existe la vía de utilizar el mismo proceso pero con un cocimiento de manojos de cundiamor.
(Tomado de http://www.radiorebelde.cu)